domingo, 14 de noviembre de 2010

La Eterna Imagen

A veces, puedes cerrar los ojos e intentar hacer que la imagen que se presenta ante tu retina desaparezca, y que al volver a abrirlos todo haya cambiado, pero sinceramente, por mucho que lo intentes, al cerrar los ojos, la luz de la ultima imagen que visualizaste se conservara en ti durante unos eternos segundos, y jamás podrás hacer que esta desaparezca de tu mente al menos que pases pagina, y vuelvas a abrirlos…

Pero esta vez todo era distinto, no siempre tiene por que ser malo querer cerrar los ojos, efectivamente, en ese preciso instante no los mantenía abiertos, no porque no quisiera ver lo que se atestiguaba ante mi, si no por que a veces las cosas son mas maravillosas de lo que piensas, sentirla me hacia sumergirme en un profundo mundo en el que nada existía, en el que el tiempo estaba detenido, y en el que lo único que importaba era eso, el momento, estar ahí, con los ojos cerrados disfrutando de la mayor sensación que el ser humano puede experimentar… un abrazo, un beso, una caricia, un cariño o un te quiero, todas esas cosas parecen muy normales, parece que lo vemos día a día en las personas, pero realmente, pocas veces lo sentimos como tal, pocas veces apreciamos la sensación que nos puede transmitir ese simple echo, pocas veces nos podremos sentir enorgullecidos al abrazar a una persona, besarla o simplemente contemplarla como si de una obra de arte se tratara….

Hemos conseguido muchas cosas a lo largo de nuestra existencia como seres vivos racionales, hemos dominado un planeta entero, nos hemos domado los unos a los otros, peleado, matado, reconciliado, alegrado, llorado, reído, cantado, bailado, envidiado… tenemos tantos conocimientos adquiridos, tal es nuestro poder sobre todo, nuestra garantía de vida, nuestra sed de querer más y de hacerlo todo tan complejo en este mundo y la vida en general… que hemos olvidado lo más importante de todo, la simplicidad de un simple beso que en el momento adecuado puede hacerte cerrar los ojos deseando mantener esa imagen en tu retina para siempre, y así detonando la desaceleración del tiempo, hacer que ese segundo, se convierta para toda la eternidad en lo mas bello y sincero que jamás puedas experimentar, comprendiendo así que la grandeza se encuentra en las cosas mas simples de la vida, en aquellas que te hacen sentir y ver como el mundo se detiene ante ti y que todo el universo te contempla como si fueras la obra mas importante que Dios jamás pudo crear: Tú.

Gracias por haberme echo sentir como lo hiciste.